martes, 29 de mayo de 2012

Las Leyes de la Bibliotecología

 

1. Los libros son para usar


No quiero una biblioteca con libros nuevos, intactos, con páginas que nunca han sido hojeadas más alla de hoy un sello, mañana una etiqueta. Quiero que los libros envejezcan conmigo y que pronto estén manoseados, ajados, usados.

2. Cada lector su libro


Elegir los libros con sabiduría. Yo querría una colección de Ciencia Ficción y Fantasía tan grande que ocupara toda una pared; una pared de una cuadra. Porque el que lee ficción de la buena, vive mejor. Pero no todo el mundo es perfecto y si quieren el de Susana Giménez, bueno.
Lo que necesitan los usuarios. Que vengan y que esté.

3. Cada libro su lector


Elegir con sabiduría para vaticinar felices encuentros entre libros y lectores. No quiero que los libros queden solos sin su lector que les preste la debida atención, durmiendo en el estante. ¿Quién va a leer mi nueva adquisición? La respuesta debe ser ≥1

4. Ahorrar el tiempo del lector


Todos corremos por esto o lo otro, los apuros de hoy nos viven pisando los talones (a veces nos alcanzan y taclean). Mi tiempo es oro, yo decido en qué lo gasto. El infierno de Crowley es una eterna cola donde cuando llegás al frente, te mandan otra vez al final.

5. La biblioteca es un organismo en crecimiento


La biblioteca debe crecer para estar viva. Más espacio para más libros y más lectores. Debe tener lo último en su campo y una tecnología que acompañe al crecimiento (La Tejedora, la diosa de la tecnología nos debe ser propicia).


Por un mundo con más libros. 

Que todos tengan el libro que saben que necesitan y se encuentren con el que no sabían que les hacía falta.


[Ranganathan, S. R. (1967). Prolegomena to library classification. (3a. ed.) London: Asia Publishing House.]
Inspiración: Innominado

1 comentario:

Hirluin dijo...

Linda entrada con Asimov cerrando, idealista bibliotecaria